¿Puede
el ego matarse?
No, porque no existe. Para matarse o
suicidarse es necesario que esté allí. Déjame explicarlo de otra forma. ¿Puede
matarse una sombra…? No…, porque una sombra no existe. Si tú te suicidas, si te
cortas la cabeza, entonces la sombra no tendrá cabeza. Simplemente te sigue. El
ego es solo una sombra.
Intenta
comprender que el ego no es substancial: el ego es solo como una sombra. Cuando el cuerpo se mueve, se crea una
sombra, una sombra física; cuando se mueve la mente, se crea una sombra mental,
esa sombra mental es el ego…
En la antigüedad se rumoreaba que
siempre que un hombre de convertía en Buda (se iluminaba), su
cuerpo no proyectaba ninguna sombra. Esto debe haber sido simbólico, pero es
muy significativo. No significa que no se proyecta ninguna sombra cuando Buda
caminaba por el sendero; la sombra se proyecta, pero en el interior no se
proyecta ninguna sombra. Él se mueve, trabaja, hace cosas, pero ‘el hacedor’ no
surge (no existe un ‘alguien’,
un ‘yo’, que actúe, la sombra mental del yo ya no está allí). Así es
como la sombra no surge. Así es como la sombra no se proyecta. Si es necesario,
incluso piensa, pero ‘el pensador’ no surge, así es como la sombra no se
proyecta. Vive, pero no es un manipulador, un controlador; fluye, su vida es
una espontaneidad, Ni siquiera nada, simplemente flota en el río. No empuja el
río, simplemente se permite a sí mismo dejarse ir. Es un “dejar ser la ser”. Flota.
Deja que el río lo haga todo, (no hay nadie que se atribuya la autoría de las acciones, por que el sí
mismo, la yoidad, ha desaparecido); el ego ha desaparecido y la sombra no se
proyecta.
No luches directamente contra el
ego. Si lo haces, fracasarás, porque nadie puede luchar directamente con la
sombra.
(El deseo mismo de luchar contra
el ego proviene desde la misma sombra autoproyectada… Es como el perro tratando de
atrapar su propia cola; corre en círculos, da mil vueltas, y cae exhausto, sin éxito.
También es comparable a quien camina en un desierto rumbo a un oasis que divisó
a la distancia…; y cuando llega, solo hay arena, el oasis no existe, era un
espejismo, una ‘sombra’ a lo lejos. ¡Cuánta energía gastada en caminar hacia el
oasis, y este no existía!!).
¿Qué hacer, entonces…?
Comprende profundamente, que en tu
interior eres un “no-ser”; toma más y más conciencia de tu cavidad interior, ‘el
vacío’, y de pronto un día encontrarás que el ego te ha dejado. De hecho,
encontrarás que nunca ha estado ahí, que tenías una concepción falsa, que
tenías una ilusión…
(Excepto la letra mas
chica, el texto fue extraído del libro:
“TAO, los tres tesoros”, de Osho)
para mi ha sido una gran enseñanza que aclaro algun concepto erroneo que merodeaba por ahi. Un no ser....el vacio y el un dia me dejara com me dejo un dia el cigarrillo sin darme cuenta.
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