La
esencia más profunda del ser es ‘no-ser’, la base del “ser” es la nada. Y
cuando digo nada no quiero decir “nada” –solo quiero decir ‘no-cosa’. (Eso
quiere decir, ningún objeto, nada ‘medible’, y por lo tanto, “ningún centro”).
En la India existe una parábola muy
antigua y muy hermosa en los Upanishads. A un gran sabio, Udalak, le preguntó
su hijo, Svetketu: -“Padre, ¿quién soy? ¿Qué existe en mi? Lo intento e
intento, medito y medito, pero no puedo encontrarlo”.
Svetketu era un niño pequeño (pero
un alma grande), e hizo una pregunta muy, muy difícil. Si la pregunta la
hubiera hecho otra persona, Udalak podría haberla contestado fácilmente, pero
¿cómo ayudar a comprender a un niño? Estaba preguntando el mayor problema que
existe. Udalak tuvo que crear una estratagema. Le dijo: “Vete allí, a lo lejos,
donde ves ese árbol, y trae uno de sus frutos”. El niño corrió y trajo un
pequeño fruto del árbol. El padre dijo: “Ahora córtalo. ¿Qué ves dentro?”. El
niño dijo: “Millones de semillitas”. El padre dijo: “Ahora elije una semilla y
rómpela. ¿Qué ves dentro de ella?”. El niño dijo: “La nada”. El padre dijo: “De
esa nada surge este gran árbol. Lo mismo sucede contigo, Svetketu”. Y así nació
una de las más grandes frases más grandes que alguna vez ha pronunciado un ser
humano:
“Tat-tuan-asi, Svetketu”
“Tu eres eso, eso
eres tú, Svetketu”
Tú también
eres eso que existe en el corazón de la semilla…
(Extraído
del libro: “TAO, los tres tesoros”)
Reflexión:
Si se
profundiza aún más, en la pregunta “¿Quién soy?”, se llegará a ver que
inclusive tal pregunta, está fuera de lugar; porque esa pregunta surge de un
ego limitado y confundido, de un ‘yo’ que busca… Es decir que la
pregunta, aunque es filosóficamente auténtica (como parte de un camino de
búsqueda), proviene, o es generada, desde un centro de conciencia limitado, es
una pregunta enraizada todavía en el egocentrismo…
El
verdadero Ser no se pregunta ‘quien es’, solo “ES”.
Algo tan Espiritual es Demasiado Profundo que no encaja en Nuestra Limitada Mente, por eso lo Convertimos en Un Enigma que Cuestionamos. Namaste.
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