Bodhisattva es un concepto muy bello
en el Budismo. Bodhisattva significa alguien que se ha vuelto un Buda pero está
aún manteniéndose a sí mismo en el mundo del tiempo y el espacio, para ayudar a
otros. Bodhisattva significa “esencialmente un Buda”; está listo para
abandonarse y desaparecer, está listo para entrar en nirvana. No queda nada por resolver, todos los problemas están
resueltos. No tiene ninguna necesidad de estar aquí, pero aún está aquí. No hay
más nada que aprender aquí, pero aún está aquí. Y se mantiene en forma de
cuerpo, en forma de mente –mantiene toda ‘la escalera’. Se ha ido más allá,
pero conserva toda la escalera -para ayudar, por compasión.
Se cuenta la historia de que Buda
llegó a las puertas de lo Supremo, nirvana.
Las puertas estaban abiertas, los ángeles danzaban y cantaban para recibirle
–porque en millones de años sucede muy raramente que un humano llegue a ser un
Buda. Esas puertas se abren y, naturalmente, ese día es un gran día de
celebración. Todos los Budas anteriores se habían reunido, y había gran
regocijo, y se derramaban flores, y se tocaba música, y todo estaba decorado
–era un día de celebración.
Pero Buda no entró por la puerta. Y
los Budas más antiguos, todos con las manos enlazadas, le pedían, le rogaban
que entrase; “¿Por qué estás allí afuera?” Y se cuenta que Buda dijo:
“A no ser que todos los demás que vienen detrás de mí, entren, yo no
entraré. Me quedaré fuera, porque una vez que entre desapareceré. Entonces no
podré ayudar a toda esta gente. Veo millones de personas tropezando y buscando
a tientas en la oscuridad. Yo mismo he estado buscando a tientas de la misma
forma durante millones de vidas… Me gustaría darles mi mano. Cerrad la puerta,
por favor. Cuando todo el mundo haya venido, yo mismo llamaré, entonces podréis
recibirme”.
Una bella historia…
A eso se le llama estado de
‘Bodhisattva’ – el que está listo para desaparecer pero aún se mantiene – en
cuerpo, en mente, en el mundo, en el tiempo y el espacio – para ayudar a otros.
Buda dice: La meditación es
suficiente para solucionar todos tus problemas, pero le falta algo:
‘compasión’. Si también está allí la compasión, entonces puedes ayudar a otros
a resolver sus problemas. El dice: La meditación es oro puro; es perfecta en sí
misma; pero si hay compasión entonces el oro tiene además una fragancia. Por sí
mismo, el oro ya es suficiente –muy valioso- pero con compasión la meditación
tiene fragancia…
Del libro: “El Sutra del
Corazón”, de Osho.
(Página 31 y 32. Primera
edición, Editorial Mutar)
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