(J.
Krishnamurti)
…Para
explorar (internamente), como vamos a hacerlo, tiene que haber libertad, no al
final, sino desde el mismo principio. Uno no puede explorar, investigar o
examinar las cosas a menos que sea libre.
Para
poder mirar profundamente se requiere no sólo libertad, sino también la
disciplina necesaria para observar. La libertad y la disciplina van juntas (no
es que uno deba ser disciplinado para luego ser libre). Usamos aquí la palabra
“disciplina” no en el aceptado sentido tradicional que implica conformar,
imitar, reprimir según un patrón determinado, sino más bien con el significado
de la raíz de la palabra, que es “aprender”.
El
aprender y la libertad van juntos, y la libertad genera su propia disciplina;
no una disciplina impuesta por la mente para obtener cierto resultado. Estas
dos cosas son esenciales: la libertad y el acto de aprender.
Uno no puede aprender
sobre sí mismo a menos que sea libre, de modo que pueda observar, no de acuerdo
con algún patrón, fórmula o concepto, sino observarse a sí mismo tal como uno
es.
Esa
observación, esa percepción, ese ver, generan su propia disciplina y su propio
aprender. Esto no implica conformidad, imitación, represión o control de clase
alguna; y en ello hay gran belleza…
De “El vuelo del águila”
Pláticas de Jiddu Krishnamurti en países europeos.
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