19-06-1961.-
(Diario N°1 de Krishnamurti)
(…)
¿Hay amor y belleza dentro del cerco del pensamiento? ¿Hay belleza cuando hay
pensamiento? La belleza y el amor ‘conocidos por el pensamiento’ son los
opuestos de la fealdad y el odio. (Pero) “la belleza” (verdadera) no tiene
opuesto, ni lo tiene el amor.
Ver
sin el pensamiento, sin la palabra, sin la respuesta de la memoria, es por
completo diferente del ver con el pensamiento y el sentimiento. Lo que uno ve
con el pensamiento es superficial; entonces el ver es tan sólo parcial. Esto no
es ‘ver’ en absoluto. El ‘ver total’ es el ver sin el pensamiento. Ver una nube
sobre una montaña sin el pensamiento y sus respuestas, es el milagro de lo
nuevo; ello no es «hermoso» (como suele ser la expresión del pensamiento), es algo
explosivo en su inmensidad; es algo que nunca ha sido y que ya jamás será.
Para
“ver”, para “escuchar” es preciso que toda la conciencia esté quieta a fin de
que la destructiva creación pueda ser…
Ello es la totalidad de la vida y no el fragmento que implica todo pensar. No
hay «belleza» (como opuesto de fealdad), sino sólo una nube sobre la montaña; eso es
‘creación’.
El
sol poniente tocaba las cimas de las montañas…, brillante, sobrecogedor, y la
tierra estaba silenciosa. Sólo existía el color y no los diferentes colores;
sólo existía el escuchar y no los múltiples sonidos.
Esta
mañana, al despertar tarde cuando ya el sol avanzaba sobre los cerros, ahí
estaba ‘esa bendición’ como una luz
resplandeciente; parecía tener su propia fuerza y su propio poder. Igual que el
distante murmullo de las aguas de un río, prosigue una actividad que no es del
cerebro con sus voliciones y engaños, sino una actividad que es la intensidad
misma…
Siento profundidad en el escrito,y tambien quiero esa bendicion con su propia fuerza y su propio poder.
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