Del libro “Vivir de instante en
instante”
Conferencias de J. K. en Bangalore, en
1948.
…En las últimas pláticas
hemos considerado la importancia de la acción individual, que no es opuesta a
la acción colectiva. El individuo es el mundo; él es a un tiempo la raíz y el
resultado del proceso total, y sin la transformación del individuo no puede
haber transformación radical en el mundo.
Lo importante, por
consiguiente, no es la acción individual en oposición a la acción colectiva;
sino el comprender que la verdadera acción colectiva sólo puede surgir por obra
de la regeneración individual.
Es importante comprender la
acción individual, que no es opuesta a lo colectivo. Porque lo individual,
después de todo -vosotros y vuestro prójimo- forman parte de un proceso total;
el individuo no es un proceso separado, aislado. Vosotros, en suma, sois el
producto de la humanidad en su conjunto, aunque estéis condicionados por el
clima, la religión y la sociedad.
Sois el
proceso total del hombre,
y por lo tanto, cuando os comprendéis a vosotros mismos como proceso total -no
como proceso separado, opuesto a la masa o a lo colectivo- mediante esa
comprensión de vosotros mismos puede haber una transformación radical.
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